¿Cómo ir al cielo?
Todos
alguna vez nos hemos preguntado ¿Qué pasa después de la muerte? Puesto que
muchas veces no tenemos la certeza de lo que existe, más allá de este mundo
natural. Existen muchas doctrinas, pensamientos y razonamientos que hablan
sobre este tema, que inclusive podrían llegar a confundirte.
Nosotros
nos basaremos en lo que declara la Palabra de Dios, sin la influencia de alguna religión o
denominación; la cual señala:
“Y de la manera que está establecido para los
hombres, que mueran una sola vez y después de esto el juicio” Hebreos 9:27
En este
versículo, se señala que habrá un juicio después de la muerte natural, por lo
tanto, observamos que efectivamente, existe algo más allá después de la muerte.
Existen dos
tipos de muerte según la biblia:
La muerte natural que todos
los seres humanos pasaremos algún día: “Por
tanto, como el pecado entró en el mundo por un hombre (Adán) y por el pecado la
muerte; así la muerte pasó a todos los hombres, por cuanto todos pecaron.” (Romanos 5:12)
La muerte espiritual o segunda muerte,
también llamada muerte en el infierno: “Pero
los cobardes e incrédulos, los abominables y homicidas, los fornicarios y hechiceros,
los idólatras y todos los mentirosos tendrán su parte en el lago que arde con
fuego y azufre, que es la muerte segunda” (Apocalipsis 21:8)
Partiendo
de todo lo mencionado hasta ahora, podemos concluir que existe un cielo más allá de
la vida terrenal, así como una segunda muerte, que por las descripciones
bíblicas, no todos la sufrirán. (Gracias a Dios).
Como vemos,
la Biblia describe solo dos lugares donde el alma de una persona al morir iría: El cielo
y el infierno. No hay ningún registro de algún lugar intermedio como el
purgatorio.
Cabe
recalcar que Dios NO envía personas al infierno. En primer lugar, podemos
observar que el infierno fue creado como castigo para los ángeles y para
Lucifer que se habían revelado contra la buena voluntad de Dios. En segundo
lugar, la Biblia relaciona a Dios con el amor (1 Juan 4:16). ¡Dios es amor!
Por el
contrario si una persona que busca hacer el mal y no se arrepiente de ninguna
manera, esta misma persona se estará condenando a sí misma, puesto que su mismo
pecado le condena a una muerte espiritual.
Ahora que
sabemos que existe un cielo para la vida eterna, podemos responder a la pregunta
¿Cómo ir al cielo?
NADIE va al
cielo por ser BUENO: “Todos se desviaron,
a una se hicieron inútiles, no hay quien haga lo bueno, no hay ni siquiera uno”
(Romanos 3:12) La biblia dice que NO hay nadie bueno, así que si buscas ser
bueno en el nivel que define la ley, nunca llegarás a serlo por tus propias
fuerzas.
NADIE va al
cielo por hacer buenas OBRAS: Muchas personas piensan que necesitan hacer
muchísimas obras de caridad, o de cualquier tipo, para poder ganarse un lugar
en el cielo. También diversas doctrinas enseñan que deberías de cumplir con
ciertas obras como bautizarte, hacer tu primera comunión, predicar de casa en
casa etc… para poder algún día estar en el cielo.
La verdad
es que nunca llegaremos a ser aquellas personas buenas por excelencia, puesto
que nuestra condición es lamentablemente pecaminosa; Ni tampoco podremos hacer
absolutamente nada, por nuestros propios méritos para alcanzar el cielo.
Es por esas
razones, que Jesús vino a la tierra, para morir por nosotros, porque sabía que
solo su sacrificio y su sangre derramada en la cruz podían pagar por nuestros
pecados pasados, presentes y futuros:
“Más Dios
muestra su amor para con nosotros; en que siendo aún pecadores, Cristo murió
por nosotros” (Romanos 5:8)
“Porque de
tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo
aquél que en él cree, no se pierda, más tenga vida terna” (Juan 3:16)
Jesús es el ÚNICO camino para ir al cielo, nada, ni nadie podrá llevarte o asegurarte un
lugar en el cielo; Ningún pastor, iglesia, religión, sacerdote o líder
espiritual podrá llevarte o asegurarte una entrada al cielo. Sólo Jesús puede,
de hecho, él mismo dijo que él era la salvación:
“Jesús dijo: Yo soy el camino y la verdad, y la vida; nadie viene al Padre sino
por mí” (Juan 14:6)
Ahora que
sabemos que no podemos hacer nada por nuestras propias fuerzas, para alcanzar
un lugar en el cielo y que Jesús es el único camino de salvación; te
presentamos un resumen de lo que declara la biblia, acerca de los “pasos” para
poder ir al cielo:
PRIMERO: Debes de reconocer que eres una
persona pecadora: suena incómodo, pero es la verdad,
todos le fallamos a Dios en cualquier área de nuestra vida. Pecar es
prácticamente fallar al propósito que Dios tiene para tu vida.
“Si decimos que no tenemos pecado, nos
engañamos a nosotros mismos, y la verdad no está en nosotros. Si confesamos
nuestros pecados, él es fiel y justo para perdonar nuestros pecados, y
limpiarnos de toda maldad. Si decimos que no hemos pecado, le hacemos a él
mentiroso y su palabra no está en nosotros” (1 Juan 1:8-10)
SEGUNDO: Confesar nuestros pecados a Dios:
Al reconocer que somos pecadores, la biblia enseña que Dios es misericordioso y
puede perdonarnos de cualquier pecado (1 Juan 1:9); NO hay pecado más grande que
Dios no pueda perdonar. De hecho no existen pecados mayores y pecados menores,
para Dios pecado es pecado.
TERCERO: Creer que Jesús vino a la tierra,
para morir como un sacrificio perfecto en la cruz por todo el mundo:
En la antigüedad los hombres tenían que presentar sacrificios de animales (sin
defectos físicos), para la expiación de sus pecados. Para las presentaciones de los
sacrificios, no todos podían entrar a la presencia de Dios en el templo; Tenían
que ser sacerdotes consagrados quienes se encargaban de presentar los
sacrificios por los pecados de las personas. En la actualidad no necesitas de
un sacrificio de algún animal, porque Jesús se convirtió en aquel sacrificio
perfecto para el perdón de tus pecados, una sola vez. La muerte en la cruz
trajo salvación, redención, sanidad y liberación. Lo que necesitas Jesús ya lo
pagó en la cruz. Y lo más importante, ahora podemos estar en la presencia de
Dios, gracias a la sangre del cordero de Dios que nos cubre.
Recuerda que Jesús no se quedó en
la cruz, ni en la tumba. ¡¡Él resucitó y vive!!
CUARTO: Confesar con tu boca que Jesús es el
Señor y Salvador de tu vida, aceptándolo en tu corazón:
Tienes que declarar con tus labios que Jesús es el señor y salvador de tu
vida. Dice la palabra:
“Que si confesares con tu boca que Jesús es
el Señor y creyeres en tu corazón que Dios le levanto de entre los muertos, serás
salvo. Porque con el corazón se cree para justicia, pero con la boca se
confiesa para salvación” (Romanos 10:9-10)
Ahora que
ya sabes lo que declara la Palabra de Dios sobre la salvación eterna, te invito
a que tomes hoy una decisión; la vida es relativamente corta y nunca sabrás cuándo
será tu último día sobre este mundo.
“He
aquí ahora el tiempo aceptable, he aquí ahora el día de salvación” (2
Corintios 6:2)
“He aquí yo estoy a la puerta y llamo; si
alguno oye mi voz y abre la puerta, entraré a él y cenaré con él, y el cenará
conmigo” (Apocalipsis 3:20)
Te invito a
hacer esta oración conmigo. (Cierra tus ojos y dí con voz audible las
siguientes palabras, como modelo y guía de oración):
“Señor, te agradezco por haberme traído hasta
este lugar, gracias por hablarme por medio de tu palabra, hoy me acerco a
pedirte perdón por mis fallas, me arrepiento de todo corazón; creo en la obra
redentora que hiciste en la cruz del calvario, así como también creo en tu resurrección,
porque creo firmemente que estas vivo y que me escuchas. Hoy decido, aceptarte
como mi señor y salvador personal. Entra en mi corazón y restaura mi vida.
Empieza ese plan perfecto que tienes para mi vida. En el nombre de Jesús. Amén.”
Ahora eres
hijo o hija de Dios. Bienvenido a la familia.
“Más a todos los que le recibieron, a los que creen en su
nombre, les dio potestad de ser hechos hijos de Dios” (Juan
1:12)
Dios te bendiga
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